“Las fuerzas contrarias”. Los días duros de la pandemia y el confinamiento. Los cuerpos de seguridad no paran, aunque se adaptan a que los delincuentes están confinados, al igual que el resto de la sociedad y el virus no se para ante la Guardia Civil. Un crimen en proceso de resolución en un pueblo de Extremadura y el impacto del videojuego FIFA, en un personaje que no entra en el estereotipo del jugador compulsivo. Tres fallecidos en un mismo bloque de pisos en Illescas, Toledo, con un punto en común: son personas mayores que han podido ser víctimas del COVID 19 y que viven en una calle comunidad, en donde todos se conocen. A partir de estas dos situaciones aparentemente dispares y alejadas geográficamente, nos adentramos en la 14ª entrega de las novelas de Bevilacqua y Chamorro, esta familiar pareja de guardias civiles que nos ha venido acompañando los últimos 30 años de la mano de Lodrenzo Silva. 

Todos los elementos de la pandemia pasan por la novela De Silva: una jueza con los problemas de su madre en el hospital, un compañero que también acaba en los pasillos de otro hospital de Madrid, el silencio en las calles, los restaurantes transformados en sitios de comida para llevar, la fijación en los ojos de la gente, buscando la expresividad del resto de la cara, y, en fin, los convivientes laborales (esos que no estuvieron previstos en las normas) que tuvimos aquellos que salimos a trabajar porque nuestro sector económico era relevante para la sociedad, los llamados sectores esenciales. Y en medio de todo un almacén logístico, y un sector, el de los transportes de paquetería que vive, en su mayor parte, de los autónomos y de las furgonetas en caliente. 

Las sagas de novelas que comparten personajes tienen un mérito añadido. El autor debe ir adaptando sus caracteres a la evolución lógica de la edad y a las demás consecuencias de la maduración. En el caso de Chamorro y Vila han ido incorporando un escepticismo vital que hace que las novelas sean más “serias”. Los personajes secundarios contribuyen a crear ese ambiente laboral en grupos en los que la relación es buena, incorporando los elementos que animan esa relación principal. Y, sobre todo, el autor tiene que tener la habilidad para incluir aquellos giros laborales que permiten que todo cambie para que todo siga igual. Que es el final de este libro y el comienzo del siguiente, que seguro que aparece.

Hay que dar la enhorabuena a Silva por saber mantener la esencia de estas novelas y saber recrear historias que nos conectan con la realidad. Y la esperanza de que la 15ª entrega venga con la redefinición de los personajes cuyos primeros pasos se han visto a lo largo de “Las fuerzas contrarias”

Las fuerzas contrarias

Las fuerzas contrarias

Autor: Lorenzo Silva

Editorial: Destino (2025)

408 páginas.

Este libro es la 14ª entrega de la coleccion Bevilacqua-Chamorro


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